Las políticas arancelarias aplicadas por el gobierno de Estados Unidos en los últimos años han tenido un efecto dominó en la economía global. Para México y Canadá, socios estratégicos y vecinos comerciales, las medidas proteccionistas han significado retos adicionales en sectores clave como el energético, el automotriz y el agroalimentario.
En este contexto, la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se ha convertido en un asunto prioritario. El primer ministro canadiense, Mark Carney, visitó México para dialogar directamente con la presidenta Claudia Sheinbaum sobre los temas pendientes que definirán el rumbo del acuerdo comercial en los próximos años. Este encuentro buscó sentar bases sólidas antes de la negociación formal, asegurando que las dos economías mantengan una postura coordinada frente a su socio común: Estados Unidos.
Visita oficial: seguridad, turismo y el eje comercial del T-MEC
Durante la visita oficial, el primer ministro y la presidenta mexicana abordaron una agenda amplia que incluyó seguridad, cooperación turística y otros aspectos de interés bilateral. Sin embargo, el tema central fue el fortalecimiento del T-MEC, tratado que representa la columna vertebral del intercambio económico de América del Norte.
Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de blindar los beneficios alcanzados en materia de inversión, empleo e integración productiva. La visita se traduce en un mensaje claro: México y Canadá apuestan por profundizar sus lazos diplomáticos y comerciales como estrategia para mantener la estabilidad regional frente a las presiones externas.
El encuentro también abrió la puerta a una serie de acuerdos de cooperación enfocados en garantizar la continuidad y modernización del T-MEC. Con ello, se refuerza la visión compartida de que la competitividad de Norteamérica depende de un marco comercial sólido y equitativo, capaz de adaptarse a los desafíos actuales y futuros del comercio internacional.