El precio del petróleo es algo que busca estabilizar EE.UU.

Desestabilización en el precio de los hidrocarburos

A principios de año, con la pandemia bajo control y un escenario pleno para la recuperación económica, nunca se anticipó que, con el transcurso de los meses la inflación crecería y se desencadenarían diversos factores que afectarían en el precio de prácticamente todos los productos y servicios de los diferentes sectores productivos. 

El sector de los hidrocarburos, principalmente el petróleo y sus derivados, no ha sido la excepción, los cuales han tomado otro matiz desde febrero cuando estalló la invasión rusa a Ucrania. 

Recientemente, los precios del crudo volvieron a retroceder, incentivados por que los inversores han vuelto a evaluar los riesgos de una recesión, lo que en automático afectaría la demanda de combustible, sobre todo por la subida de las tasas de interés. 

El temor de que los bancos centrales empujen a la economía global a una recesión sigue latente y por ello, es que los precios internacionales del petróleo por barril han bajado más allá de los 110 dólares, cuando apenas hace un mes rebasaban 125 dólares y se aproximaban a los 130 dólares por unidad. 

A pesar de que dicha tendencia a la baja no sería duradera en el corto plazo, hay expertos que proyectan mayores afectaciones a futuro, principalmente si el tema geopolítico prevalece en crisis por más tiempo. 

Asimismo, uno de los factores adicionales que pesan sobre la demanda del hidrocarburo es el precio de los combustibles, pues se incrementaron las preocupaciones de que los altos precios de la gasolina pudieran estar reduciendo su demanda. 

Mientras que, Europa puso en marcha un embargo sobre los hidrocarburos rusos, estos envían su crudo a Asia, con lo que merman el impacto y el déficit de suministro es menor. 

No obstante, en el resto del mundo, las afectaciones a los precios del crudo prevalecen, desde la mezcla mexica de exportación que perdió 1.40 dólares, hasta el referente europeo Brent que cayó 1.69 dólares por barril y el West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos que lo hizo en 1.92 dólares. 

La incertidumbre por lo pronto prevalecerá como sobra de los precios internacionales de los hidrocarburos, en la medida que la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos mantenga su política alcista en sus tasas de interés, lo que a su vez cierne como fren al crecimiento económico. 

De igual forma, habrá que tener en cuenta la estrategia implementada por la Unión Americana para reducir la dependencia de energéticos que Europa guarda con Rusia, así como la propia tendencia alcista de los precios de los hidrocarburos. 

Se sabe que, desde marzo de este año, EE.UU. en conjunto con la Agencia Internacional de Energía (AIE) implementó la colocación de 62 millones de barriles de crudo en el mercado. 

Posteriormente, el 1 de abril anunció la colocación diaria de 1 millón de barriles de petróleo durante los seis meses subsecuentes; es decir, 180 millones de barriles extraídos directamente de su Reserva Estratégica de Petróleo (SPR): 90 millones entre mayo y julio, y 90 más entre agosto y octubre. 

Esto, por un lado, no ha sido nada bien visto por países como Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos; sin embargo, lo más preocupante, según los expertos, es que arrastraría una acción pendular, al oscilar entre la creación de oferta inmediata para impactar precios y un estímulo en la demanda futura que inevitablemente impactará dichos precios. 

Lo anterior, sin mencionar que la liberación de su SPR es un riesgo para su abastecimiento estratégico futuro. 

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