La reunión que sostuvieron los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador y de Estados Unidos, Joe Biden en Washington, más allá de la expectativa generada en ambas naciones, terminó por no ser trascendente para la opinión pública norteamericana, sobre todo por el desaire del mandatario mexicano a la Cumbre de las Américas en Los Ángeles.
En términos generales, tal como lo recapituló la prensa mexicana, se desaprovechó una gran oportunidad por parte del gobierno mexicano para desmenuzar temas coyunturales de mayor relevancia, entre ellos el energético, que tantas asperezas ha generados durante los últimos meses.
Y por otro lado, se dejó también en posibilidad, el redirigir la atención hacia temas que no sean migración, narcotráfico o inseguridad, aunque esto último, también fue producto de las limitaciones de la agenda.
En una síntesis general, ambos mandatarios tocaron temas de inflación, T-MEC, fronteras, cambio climático y el tan mencionado Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN).
Resultados en materia energética
En materia energética, se abordó el tema de energías limpias y de trabajar en conjunto para mejorar el ambiente de inversión en dicho entorno.
Nuevamente México reiteró su posición de transitar hacia energías limpias, aunque de la mano de Estados Unidos, al abordar las emisiones de metano, gas y petróleo, así como acelerar la incorporación de vehículos cero emisiones.
También, se dejó abierto el desarrollo de un plan de cooperación entre ambos países, y la inclusión de Petróleos Mexicanos (Pemex), para eliminar las quemas y fugas en operaciones de gas y petróleo en mar y tierra, así como identificar proyectos prioritarios para invertir.
No obstante, más allá de todo el planteamiento, no hubo una línea de acción consistente, solo buenos deseos y generalidades.
Las propuestas de AMLO
Adicional a esto, el presidente de México planteó una propuesta de cinco asuntos básicos de cooperación, de los cuales, algunos abordan el tema de los energéticos.
Sin embargo, la mayoría de especialista del ramo en México, han acordado que, estos implicarían cambiar la política seguida en el país durante los últimos meses, principalmente al reabrir los permisos que otorgan la Comisión Reguladora De Energía (CRE) y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
Durante la reunión, AMLO planteó aliviar el incremento a los precios de las gasolinas en Estados Unidos; mientras que, del lado mexicano se garantizaría incrementar al doble el abasto, lo cual sería muy complicado para el sistema de refinación nacional.
En lo que respecta al ofrecimiento de ayuda con el transporte de gas, es notorio que la infraestructura de Estados Unidos es mucho mayor a la de México.
Y finalmente, en cuanto a incentivar la producción en la frontera, lo cual incluye una reapertura a las inversiones y la generación de energía eléctrica a partir de fuentes alternativas, implicaría como ya se comentó, ir en contra de la política que el propio gobierno ha buscado seguir a través de las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE).
Lo más curioso del tema es que, también Washington, el presidente mexicano sostuvo una reunión con empresarios mexicanos y estadounidenses. Días más tarde, reveló que las inversiones en la frontera estarían enfocadas a plantas solares, pero con la particularidad de que el control lo tendrá la Secretaría de Energía (Sener) y el socio principal sería la Comisión Federal de Electricidad (CFE).