Aunque en la superficie son dos sectores distantes que difícilmente podrían tener una conexión lo suficientemente estrecha como para impactar el uno en el otro, la reciente aprobación de la Reforma al Poder Judicial ha demostrado lo contrario, toda vez que tendrá efecto en otros rubros, como por ejemplo el energético.
El 10 de septiembre, en la sede alternativa del Senado en Xicoténcatl se aprobó la iniciativa al obtener 86 votos a favor por 41 en contra y unos días después, se dieron a conocer los cambios en el Diario Oficial de la Federación.
Ahora bien, después de esto ¿qué sigue? ¿por qué una reforma de esta naturaleza podría tener efecto inmediato en el sector energético nacional?
Al respecto, expertos en energía advirtieron sobre los efectos inmediatos que ya se pueden observar tras la aprobación de la Reforma al Poder Judicial, estableciendo que uno de estos involucra el freno de la llegada de inversiones a Nuevo León, lo cual sumado a la sofisticada explotación que está llevando a cabo Texas con el nearshoring, al ofrecer energía más barata, hará perder competitividad industrial al estado norteño.
Por el momento según lo expresan las voces expertas, solo la energía barata yace como el elemento más atractivo que le da ventaja a Texas sobre Nuevo León; sin embargo, aún existen expectativas sobre lo que sucederá con las elecciones en Estados Unidos y el avance de las nuevas reglas al Poder Judicial en México.
Adicionalmente, representantes del Clúster Energético de Nuevo León creen que también se podría suscitar una importación de talento temporal en territorio norteamericano, lo que haría migrar a los trabajadores mexicanos.
No obstante, a pesar de las desventajas notables, en Nuevo León y en general en México existen otros esquemas que podrían inclinar la balanza, aunque estrictamente en materia energética, en Texas las empresas pagan menos por la energía.
El efecto de la reforma al Poder judicial
Regresando al tema de la Reforma al Poder Judicial, a los expertos les preocupa que a esta iniciativa le sigan otras en diversos rubros, lo que en automático incrementará la incertidumbre, sobre toda para las inversiones.
Aunque al interior del sector energético, hay plena conciencia de que la reforma por sí sola no representa un peligro mayúsculo, sí lo puede ser sumada a la desaparición de organismos autónomos como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Lo anterior, porque se considera que terminaría con la imparcialidad y el piso parejo, para seguir únicamente con una política del gobierno.
Por lo pronto en el país, existe la duda de cuál será la política de gobierno y quienes tomarán la batuta, si la Iniciativa Privada (IP) o las entidades gubernamentales.
Por consiguiente, para los expertos la duda sigue en el aire, y con ella, los temas de distribución de energía, el problema de las gasolineras, la refinación, las inversiones en energía limpias, la explotación del litio, entre otros temas.
Fuente: El Economista